miércoles, mayo 12, 2010


El racismo es una insidiosa enfermedad moral y social que afecta a personas y poblaciones alrededor del mundo. Es diagnosticada por la catalogación de sus diversos síntomas y manifestaciones, los cuales incluyen miedo, intolerancia, separación, segregación, discriminación y odio. Aunque todos estos síntomas de racismo pueden manifestarse, la única causa subyacente del prejuicio racial es la ignorancia. Históricamente, una raza es definida como una población con características biológicas distinguibles. Aunque todos los humanos pertenecemos a la misma especie, Homo sapiens. Las razas se distinguen una de otra por características tales como el color y textura del cabello, el color de la piel, el color y forma de los ojos, tamaño de las extremidades y partes del cuerpo, y órganos faciales, aunque científicos han llegado a la conclusión de que esas diferencias entre las personas son superficiales. Y han ido más allá, al concordar que todos los miembros de las especies Homo sapiens poseen más características en común que diferencias. La humanidad misma continúa viéndose uno al otro en base a las características que son percibidas exteriormente. Verdaderamente, los humanos son exteriormente diferentes en cuanto a apariencia. El problema surge cuando los síntomas de la enfermedad se hacen evidentes: intolerancia, separación y odio. En una línea positiva, uno puede abrazar las diferencias de las personas alrededor de la faz de la tierra, y maravillarse ante la originalidad de los individuos que viven en las diferentes partes del globo o al otro lado de la calle. El racismo pervierte esta originalidad de las razas y adopta la posición de que estas diferencias separan aún más a los individuos en grupos, siendo un grupo inferior al otro. Racismo - ¿Lo tenemos todos? El prejuicio racial afecta a todos. Ya que el prejuicio racial se manifiesta en que las personas son “prejuzgadas” en base a sus características superficiales, debemos honestamente concluir que la gente "sufre" de esto en varios niveles. Cuando no conocemos bien a un individuo, consciente o inconscientemente comenzamos a caracterizarlo/la basados en lo que vemos. De nuevo, esto se debe a nuestra ignorancia del verdadero carácter y personalidad de la persona. Nos formaremos opiniones, a menudo basadas en estereotipos: “Toda la gente de tal y tal raza son…” Podemos llenar los espacios en blanco con expectativas de que ciertas razas son intelectualmente superiores, otras están llenas de avaricia, otra es más artística o atlética, y otra cuenta con miembros más propensos a ser deshonestos, etc. etc. Estas ideas han sido formadas por la sociedad, medios de comunicación, y nuestra propia crianza. Tal vez estas ideas nos han sido enseñadas directa o indirectamente, o representadas por nuestros propios padres. Cualquiera sea la causa, hasta el miembro más culto de una sociedad encontrará que hasta cierto punto, él o ella juzga a otro en base a los aspectos superficiales de la raza. Racismo - ¿Cuáles son las implicaciones para la sociedad? El racismo ha moldeado nuestras sociedades de hoy en día. Efectivamente, el prejuicio racial ha moldeado sociedades desde el principio de los tiempos. Ya desde los tiempos de los hijos de Abraham, Isaac, y Jacob, cuando vivían en la tierra de Gosén, la gente ha sido subyugada debido a sus diferencias. Más allá de las implicaciones espirituales de la nación de Israel viviendo en Egipto, es evidente que los egipcios temían a los israelitas. Dondequiera que existan diferencias, habrá miedo, intolerancia e injusticia. Desde Hitler y los Nazis a los dueños de esclavos del sur de América, el prejuicio de una raza en contra de la otra ha resultado en atrocidades. Para contrarrestar la enfermedad del racismo, las sociedades modernas de hoy han propuesto y promulgado leyes para asegurar que la gente se "trate" mutuamente con respeto y dignidad, permitiéndose unos a otros su derecho inalienable a la vida y a la libertad. Mientras que las acciones de los hombres pueden ser legisladas, sus corazones y miedos no. Por esto, la sociedad continúa sufriendo de esta enfermedad. Foros, coaliciones e iniciativas se continúan formando para promover unidad, entendimiento y tolerancia. La mejor respuesta puede encontrarse en la Biblia: “Jesús respondió: 'Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.' Este es el primero y más grande mandamiento. Y el segundo es semejante: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo.’ De estos dos mandamientos depende toda ley y los profetas.” (Mateo 22:37-40). Hechos:17:26 dice: “Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres...”

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